EL PAQUETE DE COMBATE

Cada paquete incluye 5 unidades

Se sabe que las células madre mesenquimales (CMM) modulan la inmunidad aumentando la replicación de los linfocitos que conforman la capa más fuerte del sistema de defensa y ayudan en el proceso de regeneración del tejido dañado o infectado. Estas células inmunomoduladoras, obtenidas mediante tejido adiposo, médula ósea o cordón umbilical de donantes, son elementos clave para un sistema completo de curación y acondicionamiento. Existe un conjunto de pruebas científicas que relacionan las CMM con la recuperación satisfactoria de los pacientes de COVID-19.

Cada sesión IV incluye:

Solución de cloruro sódico 500 ml: También se llama solución fisiológica. Repone el agua en el espacio celular de forma ininterrumpida. Una hidratación óptima es primordial para la salud cardiovascular, la concentración, la claridad mental y la producción de energía.

La vitamina C: Es uno de los muchos antioxidantes necesarios para que nuestro organismo bloquee el daño causado por los radicales libres. Los radicales libres se producen cuando tu cuerpo descompone los alimentos o cuando te expones al humo del tabaco o a la radiación. La acumulación de radicales libres a lo largo del tiempo es responsable en gran medida del proceso de envejecimiento. Los radicales libres pueden desempeñar un papel en el cáncer, las enfermedades cardiacas y afecciones como la artritis. El organismo no es capaz de fabricar vitamina C por sí mismo, ni de almacenarla, de ahí la importancia de una suplementación correcta.

Complejo de Vitaminas B: NIACINA (B3), TIAMINA (B1) , DEXAPENTHANOL (B5), RIBOFLAVINA (B2), PIRIDOXINA (B6). Estas vitaminas hidrosolubles tienen varias funciones vitales, como el apoyo a la función inmunitaria, la comunicación de las células nerviosas, la función hepática y una piel, pelo, ojos e hígado más sanos. Las vitaminas del complejo B son hidrosolubles, por lo que nuestro organismo no las almacena de forma permanente y necesita suplementarlas.

Cloruro de magnesio: El magnesio es un mineral vital para más de 300 procesos biológicos del organismo. Ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre y a mantener la función nerviosa, favorece un sistema inmunitario sano y mantiene los huesos mineralizados. El magnesio también controla la tensión arterial, y se sabe que interviene en el metabolismo energético y en la síntesis de proteínas. Se utiliza médicamente para controlar afecciones como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. La mayor parte de los depósitos de este mineral se encuentran en los huesos, pero el organismo trabaja muy duro para mantener niveles sanguíneos estables del mismo.

Gluconato cálcico: El calcio es necesario para la función muscular, para que los nervios transmitan mensajes entre el cerebro y cada parte del cuerpo. El calcio también sostiene los vasos sanguíneos que distribuyen la sangre por todo el cuerpo y algunas hormonas y enzimas importantes dependen de los niveles de calcio.

Sulfato de zinc: El zinc interviene en la síntesis de proteínas y en la división celular. El zinc también es un componente de la insulina, y está implicado en el sentido del olfato. Se ha demostrado que el Zinc inhibe la replicación vírica en las células.

Gluthatione: Los científicos la llaman la madre de todos los antioxidantes. Es indispensable para prevenir el daño celular. Elimina las toxinas del organismo uniéndose a ellas para facilitar su eliminación. El glutatión interviene en innumerables procesos bioquímicos, como antioxidante (en forma de glutatión peroxidasa) y como agente desintoxicante de muchos xenobióticos. También interviene en la síntesis y reparación del ADN. Los estudios sugieren una fuerte relación entre el déficit de glutatión y la enfermedad de Parkinson. que también ralentiza la velocidad del envejecimiento.

30 millones de Células Madre Mesenquimales: Las células madre administradas por vía intravenosa pueden llegar a todos los focos de inflamación del organismo. Las posibilidades y el potencial de este tratamiento innovador son grandes. Las células madre favorecen el crecimiento celular y la reparación tisular tras el agotamiento del mecanismo curativo natural Las células madre siguen dividiéndose y creciendo una vez que llegan a un tejido dañado, favoreciendo la regeneración celular en todo el organismo.