Indicaciones
La terapia con placenta humana se utiliza para tratar diversas afecciones, como lesiones musculoesqueléticas, envejecimiento de la piel y dolor crónico. También es una herramienta excelente para favorecer la cicatrización postoperatoria, mejorar la función inmunitaria y tratar los desequilibrios hormonales.
- Cicatrización de heridas: Contiene diversos factores de crecimiento, citocinas y proteínas ECM que favorecen la cicatrización de heridas y la reparación de tejidos. Los estudios han demostrado que la Terapia con Placenta Humana es eficaz para acelerar la cicatrización de heridas crónicas como las úlceras del pie diabético y las úlceras venosas de las piernas.
- Rejuvenecimiento de la piel: Los factores de crecimiento y las proteínas ECM que se encuentran en la placenta humana tienen efectos antienvejecimiento y favorecen el rejuvenecimiento de la piel. Se utiliza como tratamiento de las arrugas, líneas finas y otros signos de envejecimiento de la piel.
Lesiones deportivas: Se utiliza como tratamiento de lesiones deportivas, como distensiones musculares y esguinces de ligamentos. Los factores de crecimiento y las citocinas que se encuentran en la placenta humana ayudan a reducir la inflamación y favorecen la reparación de los tejidos. - Afecciones ortopédicas: Se utiliza como tratamiento de afecciones ortopédicas como la artrosis y las lesiones del cartílago. Los factores de crecimiento y las proteínas ECM que se encuentran en la placenta humana favorecen la reparación del cartílago y reducen la inflamación.
- Afecciones neurológicas: Se utiliza como tratamiento de afecciones neurológicas como el ictus y la lesión cerebral traumática. Los factores de crecimiento y las citocinas que se encuentran en la placenta humana pueden favorecer la neuroregeneración y reducir la inflamación del cerebro.
- Lesiones musculoesqueléticas: Se utiliza como tratamiento de lesiones musculoesqueléticas, como tendinitis y esguinces, por su capacidad para reducir la inflamación y favorecer la reparación de los tejidos.
- Dolor crónico: Se utiliza como tratamiento de dolencias crónicas, como la fibromialgia y el dolor neuropático, por su capacidad para reducir la inflamación y favorecer la reparación de los tejidos.
- Para favorecer la cicatrización postoperatoria: Se utiliza como tratamiento para favorecer la cicatrización postoperatoria y reducir el riesgo de infección y otras complicaciones.
- Mejora la función inmunitaria: Se utiliza como tratamiento para mejorar la función inmunitaria y reducir el riesgo de infecciones y otras afecciones relacionadas con el sistema inmunitario.
- Trata los desequilibrios hormonales: Se utiliza como tratamiento de los desequilibrios hormonales, como la menopausia y el síndrome de ovario poliquístico (SOP), por su capacidad para regular los niveles hormonales y favorecer la reparación de los tejidos.